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Una instalación doméstica fotovoltaica, de GFM, en La Villa de Don Fadrique, demuestra el potencial del autoconsumo

En La Villa de Don Fadrique, corazón de La Mancha toledana, dos instalaciones fotovoltaicas
instaladas en el tejado de una vivienda particular llevan más de 20 años mirando al cielo de Toledo y
vertiendo energía a la red, una instalación que tiene el honor de poder decir que es la segunda puesta
en marcha en toda la Comunidad Autónoma, y que con el paso de los años ha visto cómo a su
alrededor se desplegaban los últimos avances tecnológicos hasta configurar un dispositivo que, si
bien se limita a lo doméstico, suma 35 Kwp, ocho veces más que lo que es habitual.

Su propietario y desarrollador, Vicente Maqueda, ha abierto las puertas de su casa a Europa Press
para mostrar las posibilidades que en el corto plazo podrían derivarse del autoconsumo. En dicha
vivienda conviven las últimas tecnologías reguladas siempre que tiene ocasión para reducir al
máximo la necesidad de estar conectado a la red, trabajo que incluso le ha llevado a instalar un
cargador de vehículos eléctricos en el exterior de su garaje a disposición de cualquier vecino que
pudiera necesitarlo.

Vicente Maqueda, fundador de la empresa GFM Fotovoltaica, radicada en la vecina localidad de Villacañas, explica que fue en 2002 cuando, al amparo del célebre RD 436 que abría la puerta a que cualquier español pudiera instalar fotovoltaica para verter a la red, admite que su idea primigenia fue explorar todos los caminos posibles “con el afán de llegar a la desconexión completa del sistema eléctrico nacional”.

Con 35 Kwp de potencia instalada y una potencia total de inversores de más de 25 kilowatios, tiene la opción de almacenar en baterías de litio y además verter el excedente a la red, o bien para hacerlo retornar al mismo centro de producción del domicilio o cederlos en forma de ‘batería virtual‘ en la que todos los kilowatios producidos y no consumidos pueden pasar a una batería virtual que podrá o
bien consumir más adelante o bien incluso utilizar en otros inmuebles.
Aunque es difícil calcular el ahorro desde que en 2015 se desarrolló, el objetivo de esta particular
instalación de autoconsumo es utilizarla como un campo de pruebas.

REIVINDICACIONES PARA ALLANAR EL CAMINO

Maqueda propone, como experto en el sector, que en primer lugar hay que agilizar las tramitaciones
municipales para conseguir licencias de obra, ya que ahora “hay veces que se tardan meses en
conseguir dichas licencias”.
Otro gran problema según el punto de vista de Maqueda es conformar por fin un “único y regulado
protocolo de actuación”, toda vez que en estos momentos las “regiones eléctricas” no coinciden en el
mapa con las comunidades autónomas, y las distintas reglas del juego “complican más la cosa”.
La principal reivindicación según Maqueda debería ser que toda la energía producida a través de
paneles solares en instalaciones individuales que no pueda consumirse al momento se pudiera
verter a la red para su inmediata distribución.
Ahora, estas instalaciones, pese a la inversión que requieren, “están capadas y no pueden verter a la
red”, lo cual “no tiene ni criterio ni lógica”.

ENERGÍA QUE SE PIERDE
Actualmente, según datos esgrimidos por el último informe de APPA, la Asociación de Empresas de
Energías Renovables, al menos un 1,8% de la energía consumida en este país podría provenir de las
instalaciones fotovoltaicas, a las que no se les deja verter el excedente.

Una cifra que va al alza y que podría duplicarse en este 2023, multiplicándose exponencialmente en
años sucesivos. “Si sigue este crecimiento y no se pone solución, habrá muchas instalaciones con
mucha producción a la que se les estará negando el poder colaborar a la independencia energética
de este país”.
Considera Maqueda que, con la situación de privilegio de España en cuanto a la materia prima, la
“profesionalidad” adquirida por las empresas instaladoras y los precios de la energía, ni siquiera sería
necesario subvencionar este tipo de iniciativas.
No hace falta ningún tipo de subvención para ningún tipo de autoconsumo, ni comercial ni
doméstico. Todas las instalaciones son hiper rentables. Cada vez que sube el kilowatio en el
mercado, la diferencia de precio de lo autoproducido es la mejor subvención“, asegura, urgiendo a
revocar lo que considera una “disfunción del mercado”.

Fuente: europapress.es