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Los autoconsumidores podrán vender sus excedentes a sus vecinos

La Comisión Europea (el Ejecutivo comunitario) ha propuesto  reformar la configuración del mercado de la electricidad de la UE “para  acelerar el aumento de las energías renovables y la eliminación progresiva del gas,  hacer que las facturas de los consumidores dependan menos de la volatilidad de los precios de los combustibles fósiles,  proteger mejor a los consumidores frente a futuras subidas drásticas de los precios y posibles manipulaciones de mercado y  lograr que la industria de la UE sea limpia y más competitiva”. La reforma propuesta prevé la revisión de varios actos legislativos de la UE, en particular el Reglamento sobre la electricidad, la Directiva sobre la electricidad y el Reglamento sobre la integridad y la transparencia del mercado mayorista de la energía (REMIT).

La reforma introduce medidas que incentivan los contratos a largo plazo “con producción de energía no fósil” y aporta al sistema “más soluciones limpias y flexibles para competir con el gas, como la respuesta de la demanda y el almacenamiento”. Todo ello servirá, sostiene la Comisión, para reducir el impacto de los combustibles fósiles en las facturas de electricidad de los consumidores y garantizará que en ellas se refleje un menor coste de las energías renovables. Además, la reforma propuesta, aseguran desde la Comisión, impulsará la “competencia abierta y leal en los mercados mayoristas europeos de la energía mediante el aumento de la transparencia y la integridad del mercado“.

El Ejecutivo comunitario considera que la construcción de un sistema energético basado en las energías renovables será “crucial” no solo para reducir las facturas de los consumidores, “sino también para garantizar a la UE un suministro energético sostenible e independiente, en consonancia con el Pacto Verde Europeo y el plan REPowerEU”.

Esta reforma, que forma parte del Plan Industrial del Pacto Verde, también permitirá a la industria europea, según la Comisión, tener acceso a un suministro de energía renovable, no fósil y asequible, lo que constituye un factor clave para la descarbonización y la transición ecológica. “Para alcanzar nuestros objetivos en materia de energía y clima -matiza en todo caso la Comisión-, el despliegue de las energías renovables tendrá que triplicarse para finales de esta década”.

La reforma pretende, por otro lado, fomentar la estabilidad de los precios al reducir el riesgo de fracaso de los proveedores. La propuesta exige a los proveedores que gestionen sus riesgos de precios al menos en la medida de los volúmenes objeto de contratos fijos, con el fin de estar menos expuestos a las subidas drásticas de precios y a la volatilidad del mercado. Por otra parte, se obliga a los Estados miembros a establecer proveedores de último recurso para que ningún consumidor se quede sin electricidad.

La Comisión Europea asegura por otra parte que la reforma que plantea refuerza así mismo, “significativamente”, la protección de los consumidores vulnerables. “En el marco de la reforma propuesta, los Estados miembros protegerán de la desconexión a los consumidores vulnerables con pagos atrasados”. Además, “en caso de crisis”, el Ejecutivo comunitario permitirá a los Estados miembros hacer extensivos “los precios al por menor regulados” a los hogares y las pymes (daría por sentado así que el precio regulado es menor que el que pueda ofertar el mercado libre).

Con arreglo a la propuesta, también se están renovando las normas sobre el intercambio de energías renovables. Los consumidores podrán invertir en parques eólicos o solares y vender el exceso de electricidad solar de sus tejados a sus vecinos, y no solo a su proveedor. Por ejemplo, los arrendatarios podrán compartir el excedente de energía solar de su tejado con un vecino.

Para mejorar la flexibilidad del sistema energético, los Estados miembros deberán ahora evaluar sus necesidades, establecer objetivos para aumentar la flexibilidad de las energías no fósiles y tener la posibilidad de introducir nuevos sistemas de apoyo, especialmente para la respuesta de la demanda y el almacenamiento.

La reforma también permite a los gestores de redes obtener una reducción de la demanda en horas punta. Junto con esta propuesta, la Comisión también ha formulado  recomendaciones a los Estados miembros sobre el avance de la innovación, las tecnologías y las capacidades en materia de almacenamiento.

En el último año, muchas empresas se han visto gravemente afectadas por la excesiva volatilidad de los precios de la energía. Para mejorar la competitividad de la industria de la UE y reducir su exposición a la volatilidad de los precios, la Comisión propone facilitar el despliegue de contratos a largo plazo más estables, como los contratos de compraventa de energía (CCE), a través de los cuales las empresas establecen sus propios suministros directos de energía y, de este modo, pueden beneficiarse de precios más estables de la producción de energía renovable y no fósil. Para hacer frente a los obstáculos actuales, como los riesgos de crédito “de los compradores”, la reforma obliga a los Estados miembros a garantizar la disponibilidad de garantías basadas en el mercado para los CEE (los conocidos por sus siglas en inglés como PPAs).

Con el fin de proporcionar “a los productores de energía” unos ingresos estables y proteger a la industria de la volatilidad de los precios, todo el apoyo público a nuevas inversiones en generación inframarginal y sostenida de electricidad renovable y no fósil tendrá que adoptar la forma de contratos bidireccionales por diferencias, “mientras que los Estados miembros estarán obligados a canalizar los ingresos excedentarios hacia los consumidores”. Además, la reforma impulsará la liquidez de los mercados para los “contratos a plazo”, que son contratos a largo plazo que fijan los precios para el futuro. Esto permitirá, asegura la Comisión, que la protección contra unos precios excesivamente volátiles se haga extensiva a un mayor número de proveedores y consumidores, y durante períodos de tiempo más largos.

También habrá nuevas obligaciones para facilitar la integración de las energías renovables en el sistema y mejorar la previsibilidad de la generación. Entre estas figuran las “obligaciones de transparencia para los gestores de redes” en lo que respecta a la congestión de la red y que los plazos comerciales sean más cercanos al tiempo real.

Por último, para garantizar unos mercados competitivos y una fijación de precios transparente, la Agencia de Cooperación de los Reguladores de la Energía (ACER) y los reguladores nacionales tendrán “una mayor capacidad para supervisar la integridad y la transparencia del mercado de la energía”.

En particular, la actualización del Reglamento sobre la integridad y la transparencia del mercado mayorista de la energía (REMIT) garantizará, según la Comisión, “una mejor calidad de los datos y reforzará el papel de la ACER en las investigaciones de posibles casos de abuso de mercado de carácter transfronterizo”.

Y, en general, “se avanzará en la protección de los consumidores y de la industria de la UE frente a cualquier abuso del mercado“.

La reforma propuesta tendrá que ser debatida y aprobada por el Parlamento Europeo y el Consejo antes de su entrada en vigor.

«La Unión Europea ha tenido durante más de veinte años un mercado de la electricidad eficiente y bien integrado que ha permitido a los consumidores aprovechar los beneficios económicos de un mercado único de la energía, ha garantizado la seguridad del suministro y ha estimulado el proceso de descarbonización.

Desde el verano de 2021, los precios de la energía han experimentado subidas drásticas y una volatilidad sin precedentes, con efectos graves en los hogares y la economía de la UE, especialmente tras la invasión rusa de Ucrania, que provocó una crisis energética en Europa. Muchos consumidores vieron que subían sus facturas debido al aumento de los precios del gas, a pesar de que las fuentes de energía renovables ya cubren más de un tercio de la demanda de electricidad de la UE.

La UE reaccionó rápidamente introduciendo una amplia gama de medidas para mitigar el impacto en los hogares y en las empresas de unos precios al por mayor de la energía elevados y volátiles. Sin embargo, el Consejo Europeo ha pedido a la Comisión que trabaje en la reforma estructural del mercado de la electricidad, con el doble objetivo de garantizar la soberanía energética europea y lograr la neutralidad climática. La reforma propuesta responde a este llamamiento de los dirigentes de la UE y fue anunciada por la presidenta von der Leyen en su discurso sobre el estado de la Unión del año pasado. También forma parte del Plan Industrial del Pacto Verde destinado a mejorar la competitividad de la industria europea con cero emisiones netas y a acelerar la transición hacia la neutralidad climática’.

Fuente: energias-renovables.com